Un lote abandonado dentro de Casa Basalta se transformó en un jardín contemplativo, relajante e inmersivo, con un pequeño bosque estilo japonés utilizando especies locales. En el estudio trabajamos este proyecto con total libertad creativa. Se propusieron elementos de los jardines japoneses y soluciones para adaptarlos a nuestro ecosistema. Comenzamos modificando la topografía del suelo, y conseguimos un visual que muestra la colorimetría en la variedad de especies que cambian en cada estación del año. Este diseño logra la armonía entre sus elementos en un sendero de bambúes y árboles crecidos que envuelven un jardín zen con grandes rocas. El jardín secreto de Umai se ha convertido en un espacio para escapar de la ciudad y sumergirnos en un estado de relajación, tranquilidad y descanso.